El 2023 partió hace un rato pero en términos de lanzamientos siento que estaba estancado, en una especie de letargo post fiestas. No había algo que comenzara a mover las tornas. Hasta esta semana y que bueno que se trata de una artista nacional.
Catalina Rojas, bajo el proyecto bautizado como Cataroh, presentó Inamable, su primer disco el pasado 15 de enero. Un compendio de nueve canciones que, según la autora, son baladas pop cargadas con elementos del jazz, el rock y folk.
Referencias a la resignación, desamor y nostalgia de algo que está, se fue o se irá. Impresiona en su primer escucha, desde la «Intro» con un balada jazz clásica, que invita a conocer el registro, temáticas y parte del estilo que desarrollará la autora.
Pero es una trampa, porque Inamable tiene una versatilidad exquisita al oído, mezclando y jugando con todos los elementos y referentes que tiene por delante.
Como explica Catalina, sus “principales influencias en esta etapa son Mon Laferte, Julieta Venegas, Shakira y Amy Winehouse”, de esa balada popera con la que crecimos varios. Sin embargo, como buena artista que debería definir límites, su obra no se siente una copia, aunque se notan las referencias, brilla por mérito propio.

La gracia de Inamable, aparte de ese dinamismo que es orgánico y no desentona en torno a su temática, es el sutil pero dedicado trabajo a nivel instrumental, componiendo una estética atrayente, algo triste y a la vez seductor. Todo está servido para que Catalina entre y condimente el emplatado final con su entrega vocal.
Que puede variar y encantar en distintos registro y tipos de canción. Para graficar esto hay que recurrir a sus dos mejores canciones:
“Violento con amor” una canción más roquera sin perder el sentido de una balada. Una lírica donde la artista se abre ante sus deseos y lo que espera, nuevamente siendo sutil, atrayente e incluso seductora. Lo más interesante es como está seccionada, entre puentes y el coro, remata de la forma más precisa posible, una voz que se va apagando cierra con broche de oro «y violento es nuestro amor«.
Y luego está «Hace Tiempo«, una canción folk, donde el registro cambia radicalmente de la canción anterior. Más sentida, abierta pero vulnerable, una lírica agridulce que ensalza parte de las múltiples capas que componen Inamable. Canciones de este tipo, donde el acústico es sólo un acompañamiento de su cantautora, es perfecta para dimensionar el más sentir de la oradora. Catalina lo hace perfecto a este nivel.
Es un riesgo mezclar tanto en un solo disco. La mayoría de las veces se pierde cohesión y aunque tengan hitazos, la experiencia general decae. Por ello felicito a Cataroh por crear una obra tan cohesiva, creativa y con tanta entrega.
Por lo que sé, en un futuro se estará presentando en Europa. Pues que lo haga y le deseo la mejor de las suertes, que la buena música nacional sea exportada a otros lares, al igual como nos llega a nosotros de otros países.

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