Supuestamente este era un sitio de noticias, convocatorias y críticas/análisis. Como que la última parte la he dejado estar, pero no creas que no he estado guardando discos para reseñar.
A alegrarse mi gente, que este año además de tener cientos de lanzamientos, hay diversos géneros y estilos para regodearse.
En la lista interminable de pendientes quería dedicarle un espacio al disco debut de Jurel Sónico & Los Impuros, nombre que aparte de despertar una curiosidad enorme por mi parte, trae una propuesta fresca y enchuchadamente distorsionada y cargada de rock nacional.
El proyecto nace en Concepción el año pasado, en una mezcla entre Claudio Manríquez, aka Jurel Sónico, -quien es músico y productor asociado de bandas como Adelaida– Gacotochi, Tomás Perez y Mort, Los Imposibles he de suponer.
Pues este año aterrizan con Flores Plásticas, un LP que comprende once canciones que están construidas por una pared de bigmuff.
¿Qué cresta es el bigmuff? Un pedal de efecto de tipo distorsión/fuzz. No, tampoco sabía, pero aparte de escribir, aprendo. Gracias Jurel.
Pues la propuesta es lo que promete, e incluso a ratos, parece desbordar las intenciones de sus autores por la energía que son capaces de transmitir, el sonido pesado de los instrumentos y la voz sin caer en el metal, y ese sonido que a ratos “parece sucio”, ensalza mucho más con la estética en general.
A mi interpretación todas las canciones giran en torno a una estética de plasticidad, desde los títulos de las canciones y la nostalgia que nos podrían evocar objetos antiguos asociados a recuerdos específicos del pasado.
Flores Plásticas no conoce punto medio en cierto sentido. Las canciones bailotean, gritan, ríen y lloran desde el amor y el odio. Además de ser directo al hueso en su estructura y formato. Las canciones no son excesivamente cortas, pero con lo presentado por la banda son capaces de sentir que el viaje de cada una, aunque parezcan rápidas, te deja satisfecho y terminan en el momento adecuado.
Este es un punto que quiero destacar porque me pasa mucho, sobre todo con la música internacional que es tendencia, que se alargan o acortan más de lo debido. O que el disco tiene muchas canciones que sobran, o «es que esta canción era tan buena y por qué la hiciste tan cortita”.
Con la banda chilena no ocurre, por eso su re-escucha (me inventé una palabra, perdón a mi facultad de periodismo) es muy amplia, siendo que puedes detectar distintos matices mientras más te repites el disco con el tiempo. Y si, mi gente linda, me he repetido este disco desde que salió en plataformas de streaming.
Algunos puntos en contra es sólo el hecho de tener canciones tan potentes y de calidad, hay un par que sin dejar de estar buenas, no llegan al nivel en general. Aunque también es algo muy ligado al arte y mi apreciación artística: La perfección real no existe y es una meta que nos empuja a dar lo mejor de nosotros.
Cabeceando y tratando de elegir cuáles son mis favoritas, voy a tener que tirar por Cabeza de Muñeca. A lo mejor es la más “pesada” pero creo que ilustra mis puntos: En ningún momento pierde su armonía en la estética que propone y es la muestra más fidedigna a la distorsión y potencia que prometían con el disco completo. De hecho creo que algo parecido sucede con Diversión, pero qué te puedo decir, aún no me puedo decidir por mi favorita.
Mi veredicto final de Flores Plásticas es:

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