“Cómo Enamorarse con el Corazón Partío”: La delicada valentía de amar después de la herida

Rosario Alfonso intercambia el minimalismo por una riqueza orquestal (arpas, vibráfonos y leonas) para crear el mapa sonoro más honesto sobre sanar un corazón roto. Una maduración espectacular.

Tanto cuesta volver a abrirse al resto, sobre todo cuando hay intenciones románticas de por medio y una ruptura a cuestas. Existe un miedo latente, porque relacionarse (al menos de manera sana) con otra persona implica abrirse, y eso conlleva mostrar la fragilidad interna de cada uno. Eso implica una apuesta: o esto va a doler aún más, o puede que siga por otro camino.

Durante octubre, con 18 canciones y 39 minutos, Rosario Alfonso estrenó Cómo Enamorarse con el Corazón Partío, un disco que mezcla folk pop e indie folk de la cantautora, que ya nos ha deleitado con dos discos de larga duración.

El nuevo trabajo de Rosario Alfonso se enfrenta, desde su título y sus primeras canciones, al dilema de atreverse a amar nuevamente luego de una decepción, una ruptura o tal vez un “casi algo”. La ilusión que se quiebra en cualquiera de esas situaciones, y con ello toca cargar con los devenires del alma.

La apuesta de la cantautora, además de una base reconocible, es una maduración gratificante para quienes la vienen siguiendo desde su debut. El minimalismo que tanto caracterizó su estética y sensibilidad única transiciona de manera espectacular hacia una riqueza orquestal.

Sus primeros trabajos ya marcaban un estilo encantador; sumado a este nuevo enfoque a la hora de armar una obra, agrega matices y una manera más profunda de apreciar su arte. Destaca el arpa por su delicadeza de ensueño, el vibráfono por su textura onírica de jazz y la leona por una base propiamente folclórica.

Aunque a primera vista no lo parezca, la elección de instrumentos y capas sonoras da paso a nuevas miradas sobre cómo enfrentar el amor, sumándole un dramatismo enriquecido por la lírica de su autora.

Nuevamente saco a colación el trabajo del buen Yaima Cat, porque aunque a veces parece una labor invisible, una buena producción es clave para lograr armonía. Es clave para orquestar texturas sin que suenen sobresaturadas o revienten. Esta labor logra una energía dinámica sin perder la intimidad de la artista.

Otro aspecto, que siempre destaco en un disco (aunque es preferencia propia), es que las 18 canciones sugieren un recorrido; no es solamente un compendio de sencillos. Fluye como un relato y en su propia poesía. Además, como se presenta, es una confesión, un recorte de ideas y emociones, tal como un diario de vida.

La expansión sonora de Rosario Alfonso enriquece la narrativa emocional que ya había. Logra crear climas de delicadeza, fuerza, ternura y dramatismo. Cumple lo que promete, y se adentra aún más, dependiendo de cada persona. Aunque creo que todos hemos pasado por ese dolor y esas ansias de amar.

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