Ancho de Banda documenta la diversidad musical del Gran Concepción, combinando géneros y perspectivas artísticas. La serie explora la creatividad y la resiliencia de nuevos artistas.
Trap experimental, pop etéreo, folklore con filo, post-punk denso y una búsqueda sonora sin miedo a los límites. Esa es la mezcla que propone la segunda temporada de Ancho de Banda, proyecto audiovisual que documenta en seis capítulos la diversidad y potencia de la nueva generación musical del Gran Concepción.

Disponible de forma gratuita en la plataforma CDS Media, la serie es una producción de La Medicina en colaboración con Casa de Salud, y reúne a artistas que están reescribiendo el mapa sonoro penquista: DPSE, Antipatriarka, Kato, Yuri, Yakuza 3000 y Javiera Electra, cada une con un estilo propio que va desde el ambient introspectivo hasta el punk cargado de pulsión social.
Pero Ancho de Banda no es solo música: es retrato íntimo. Cada episodio no solo muestra tres canciones en vivo, sino que también se sumerge en conversaciones sobre el proceso creativo, el DIY en la era digital, y la precariedad y resiliencia de hacer arte desde regiones.
La estética de cada entrega fue diseñada en diálogo directo con les artistas, buscando representar visual y conceptualmente el universo que cada une habita.
“Quisimos ir más allá del registro tradicional en vivo. Incorporamos elementos de videoclip y narrativa visual para potenciar la historia de cada canción”, explica Luis Ambiado, productor general del proyecto.
Financiado por el FONDART, Ancho de Banda es un mapa y también un manifiesto: una prueba viva de que desde Concepción —ese territorio de guitarras históricas— también brotan beats, voces disidentes y futuros posibles.

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