El EP de Alicia y las Hormigas fusiona funk, pop y música electrónica en seis canciones, manteniendo su esencia festiva y energía constante, aunque sugiere una búsqueda de diversidad temática.
Hace dos años tuve el placer de escuchar el primer disco de estudio de Alicia y las Hormigas y, en vista de que este 2025 tenemos un EP de la agrupación, me vi en la obligación —y tentación— de descubrir hacia dónde apuntaba la banda: ¿se quedarían en el mismo lugar o darían otro paso adelante (o hacia atrás)?
Su vocalista y sus bichitos vuelven con la esencia funk del primer disco, pero esta vez se aventuran en un sonido más digital y marcado por los sintetizadores, lo cual se alinea con la evolución natural de su género.
“Arresto discotecario” tiene seis canciones de la banda de Valparaíso, fusionando funk, pop y música electrónica, dando como resultado 17 minutos en un EP condensado.
Sin caer en el dramatismo del inicio de esta reseña, sí logran avanzar sin despegarse de la base que mostraron hace dos años. Mantienen ese hambre de fiesta y desenfreno ante lo abrumador que puede ser la realidad, ese ritmo acelerado de una sociedad que parece no dar tregua.
Como en su anterior trabajo, el mayor gancho de la agrupación es su potencia musical y cómo penetra en la conciencia del oyente: golpea fuerte con el primer tema, con la decisión de lanzar su caballito de batalla para que, quien se quede a escuchar el resto, se deje llevar por los matices que ofrece el EP.

Por otro lado, el liderazgo de Alicia no se queda atrás. Ella es la portavoz de la fiesta, nuestra anfitriona del carrete, que se desplaza entre los distintos momentos que propone la banda.
Si bien tengo un reparo, es más un deseo personal: todo el disco mantiene un ritmo elevado, sin segundos de descanso ni espacios para bajar dos cambios. Esto también ocurría en su primer LP. ¿Es algo malo? Para nada. Sin embargo, surge la curiosidad por saber cómo abordarían una canción más calmada o temáticas distintas. Es cierto que al pensar en carrete imaginamos energía constante, pero también hay lugar para el conflicto o la melancolía.
Insisto, esto es más un anhelo propio que una crítica, pues el resultado final de esta entrega es bueno y ayuda a definir mejor la dirección del proyecto.
Si no has escuchado lo último de Alicia y las Hormigas, tómate un tiempo y dale play.


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