Otro lanzamiento sobre el cual tenía muchas ganas de escribir, porque las sensaciones y capas de sonidos de «Visiones» es un viaje que oscila entre lo onírico/nostálgico y la belleza de los tintes de su artista.
«Visiones» llegó este año como el quinto disco de estudio de Soledad Vélez, artista nacida en Concepción y que actualmente reside en España. Publicado el 25 de marzo -mi cumpleaños, yey- con diez canciones que entregan 28 minutos de una experiencia cautivadora.
Sonidos electropop a la vena con un sabor que nos han dejado grandes obras del pop ochentero y trae a la memoria otros referentes culturales, como la banda sonora de Drive (Nicolas Winding Refn, 2012).
Dentro de la sólida carrera de la artista, «Visiones» junto a «Nuevas épocas» (2018) podrían ser los pilares fundamentales de su discografía, siendo el anterior el peak y la mejor demostración de las dotes artísticas de Soledad y «Visiones» siendo una extensión de esa muestra.
Las letras ondean entre el amor y el odio -casualmente la canción «ME QUIERES O ME ODIAS» podría ser una declaración de intenciones del disco entero- mostrando un alma que se entrega por otra persona, sufre, sueña y se vuelve un mar de sensaciones a lo largo de todo el disco.
A pesar de no romper la linealidad de una vibra general que rodea toda el LP -una base constante- y que desde ahí se construye la mayor cantidad de canciones, Soledad le da espacio y respiros entre canción y canción: Creando momentos mucho más movidos y que el ritmo se acelera, mientras que en otras canciones prefiere calmar las revoluciones para darle espacio a obras más apesadumbradas.
A lo mejor hubiese gustado que experimentara más o que hubiese roto un poco el esquema/base del LP, pero a su favor, el disco tiene la duración exacta para que no abrume.
Las canciones no se toman tiempo de más para expresar y muestras las distintas tonalidades de su música. Van al grano y funciona. Puede tomarse como un trabajo minimalista en torno a la duración -tomando en cuenta que el promedio en el mercado internacional supera los 40 o 45 minutos- pero por algo me gustan este tipo de propuestas.
Porque apuestan a la condensación de la expresión, no agregan canciones porque si o para llegar a una duración comerciable. Es una apuesta arriesgada en la mayoría de los casos. Y Soledad Vélez sale victoriosa sin agitarse.
«Visiones» debe ser la mejor muestra de pop/electropop que he escuchado en habla hispana de este año. Me encanta su propuesta y es un disco que me he repetido varias veces desde que salió. Ahora si, estoy expectante cuál será la próxima movida de la artista, porque sigue superando expectativas con sus obras y espero que llegue a más.
Mi veredicto final para Visiones es:

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