Playa 312: Un paseito por la costa

La nostalgia se puede disparar desde cualquier estímulo: Un olor, alguna imagen, una sensación o un sonido. La verdad, esto es una ola de sonidos.

Nosé Nomás es el proyecto musical de José T. Puga y este año lanzó «Playa 312«, un disco de casi 44 minutos con una sólida batería de 15 canciones, con un gran abanico de instrumentos y una mezcla más que interesante de géneros.

Me gusta pensar que las canciones de «Playa 312» son una seguidilla de cuentos que no tienen conexión entre sí, o al menos, que ocurren cerca de alguna costa de nuestro país. A lo mejor me estoy condoreando y pasando a llevar la visión del autor, pero esto es lo bonito del arte y la gran gama de opiniones que podemos sacar de la misma obra.

Historias que describen espacios comunes, que tenemos retenidos en la retina por cultura popular o porque lo vivimos, y a veces mezcla con algo de fantasía, creando un efecto que me agrada, como al igual me agrada esa práctica en los proyectos de Diego Lorenzini como solista.

Puede haber un parecido entre ambos artistas, sin embargo, Nosé Nomás destaca por otros lares. La gran mezcla en dos pilares.

Uno pensaría que sería un disco donde la guitarra dominará el discurso, pero no. Hay distintas percusiones, instrumentos de viento y un teclado. La gracia es que no aparecen siempre, por lo que produce el efecto de ver una obra de teatro: Entran y salen de escena, te encariñas, los esperas y cuando aparecen lo aplaudes muy bajito (no queremos distraer a las estrellas en escenario).

La otra gran mezcla son los géneros. Me cuesta un poquito definir en su totalidad el disco y cuando eso ocurre -y se hace de forma correcta- termina enganchando un poco más. A grandes rasgos «Playa 312» se podría definir, como base, en el indie folk. Sin embargo, a lo largo de sus 15 canciones podemos notar elementos de jazz e incluso cumbia.

Es una experiencia completa, que además tiene las participaciones de artistas como Diego Lorenzini y Alonso de la Fuente, cada uno agregando su sabor y su pizquita al mundo que ofrece Nosé Nomás.

Ese mundo que te toca directamente en la nostalgia, o por lo menos a mi hizo añorar. Como decía al inicio, sólo basta un estímulo. Sus canciones y, por sobre todo, «Cayendo del cielo«, me trajo recuerdos de la infancia.

El ritmo juguetón, el piano acompañando la percusión, la voz describiendo situaciones que parecieran no tener algún hilo pero a la vez sí. Todo ese ambiente me recuerda cuando con mi abuela y abuelo íbamos a las costas de San Antonio por el día. Éramos sólo nosotros tres, una canastita como comida y el auto que con suerte arrancaba el motor.

La música, como cualquier arte que se respete, debería buscar conectar con la audiencia, incluso sólo con la sensación o un mood. Este sabor agregado, que siempre se agradece, me termina de convencer de que el LP debut de Nosé Nomás es un gran disco bajo sus propios términos, entregando una propuesta con fórmulas ya conocidas pero que las reinterpreta, desbordando en carisma en cada de una de sus canciones.

Ahora si me disculpan, me voy a planear una escapada a la playa con este disco entre mi colección digital.

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