Pocas obras de indie folk experimental en Latinoamérica apuestan tan fuerte por el silencio y el control. Gestos Remotos, el nuevo disco de Fe Baca, representa un estudio sobre la maestría de la voz. La artista peruana, figura esencial de la nueva vanguardia, evita el desborde. Su estilo es introspectivo y su calma minuciosa se convierte en el mecanismo principal para transformar la técnica vocal en una herramienta narrativa de una potencia inusual.
El mecanismo de este disco reside en su rechazo al sentimentalismo fácil. Fe Baca utiliza su voz para documentarla. La dicción es precisa, el tono se mantiene controlado y la ejecución, casi gélida, evita deliberadamente cualquier quiebre. Esta frialdad es la fuente de su fuerza. La reserva vocal obliga al escucha a prestar atención a la estructura lírica, donde la vulnerabilidad se esconde detrás de una fachada de control técnico absoluto. El disco pide inteligencia para ser descifrado.
El verdadero riesgo artístico de Gestos Remotos aparece al contrastar esta contención con la carga de sus letras. La voz, tan mesurada, debe vehicular temas de profundo calado, desde la crítica a estructuras patriarcales en «Tabú» hasta la gestión del duelo. La pregunta que plantea el álbum es crucial ¿La pulcritud del sonido impide que el mensaje político o personal se sienta urgente, o su control lo amplifica, confiriéndole una autoridad innegable? La respuesta está en la tensión constante entre lo que se dice y cómo se dice.
Efrén Castillo, como co-creador del entorno sonoro, apoya esta tesis vocal. La producción en Subtrama se construye alrededor de la voz, para justificar su rigor. Los ambientes digitales y las texturas fragmentadas funcionan como una base de acero que valida la elección de la artista. El diseño del Art Pop aquí es una defensa: la obra argumenta que las emociones más complejas requieren una arquitectura sonora igualmente sofisticada para ser expresadas sin simplificación.
Gestos Remotos es un disco que redefine la expresión dramática. Fe Baca demuestra que la técnica vocal, cuando se usa con tanta intención, es la forma más potente de eludir la frivolidad. Es una obra de arte que establece un estándar alto en la escena Art Pop por su valentía al abrazar la calma. Su valor reside en su capacidad para obligar al público a reevaluar la intensidad: a veces, el susurro más controlado tiene más peso que cualquier alarido.
Escúchalo en Spotify y demás plataformas de streaming.

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