Con un álbum debut de 11 canciones que cruzan el indie folk, la experimentación electrónica y la raíz acústica, la cantautora chilena Alfonsina García ofrece un refugio emocional cargado de melancolía y contemplación.
“Estoy bailando en el frío”, canta Alfilera en el inicio de «Detrás de las palabras«, como un manifiesto de vulnerabilidad y abrigo.
El primer larga duración de la compositora y sesionista llega tras años de trabajo y múltiples colaboraciones, como una entrega sensible y expansiva de indie folk.
Con piezas escritas entre 2017 y la actualidad, el disco reúne melodías que nacen desde lo íntimo para transformarse en paisajes inmersivos, donde conviven guitarras acústicas, arreglos de cuerdas y atmósferas electrónicas.
“Quise que cada canción encontrara su propia forma de decir lo que a veces no sabemos poner en palabras. Este disco es un espacio de introspección, pero también de juego y exploración junto a otros artistas que admiro”, explica la autora, quien trabajó en la producción junto a Nicolás Nazar, Carlos Avilés y Nando García.
Entre la fragilidad confesional y la fuerza experimental, «Detrás de las palabras» se instala como un álbum de emociones contenidas que terminan por desbordarse.
“Pienso en la imagen de una represa cediendo, de una avalancha cayendo, de algo que se destapa”, dice Alfilera sobre la energía interior que atraviesa cada composición.
Con esta entrega, la artista —que también ha acompañado a proyectos como Rosario Alfonso o Camila Bañados— da un paso decisivo en su trayectoria, construyendo un universo sonoro que abraza tanto la melancolía como la posibilidad de rearmarse desde ella.

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