El beat como archivo: Ballet Mecánico y la memoria de una ciudad en sombras

Las luces de la pista de baile no siempre iluminan. A veces, parpadean como un recuerdo intermitente, como un eco de tiempos oscuros que aún resuenan en el presente. Primeras secuencias, el debut del proyecto peruano Ballet Mecánico, es un documento emocional de una Lima marcada por el miedo, la incertidumbre y la violencia. Fernando Pinzás no usa el synthpop como un refugio, sino como una herramienta para registrar lo que persiste en la memoria colectiva.

Desde los primeros beats, el álbum establece una atmósfera cargada de tensión. La ciudad de los incendios, con la voz de Elva Cío, es una postal distópica de Lima, donde los sintetizadores replican el sonido de sirenas lejanas y el beat avanza como un reloj implacable. La memoria es un acto político, con Kat Kathia, es una advertencia: el olvido no es una opción. Ballet Mecánico convierte el ritmo en un mecanismo de resistencia, en una forma de documentar lo que no debe desaparecer.

El álbum no se limita a evocar el pasado, sino que lo inserta en el presente. Fábricas del miedo, con Anabhell, recupera la crudeza del industrial y el punk para hablar de una ciudad que sigue temblando. Testamento, con Luminiscencia, es el sonido de una herida abierta, una pieza escrita en pleno confinamiento que encapsula la incertidumbre de un país en crisis. Pinzás no busca anestesiar con la música, sino activar la memoria, hacer que cada beat funcione como un latido que recuerda.

La producción del álbum, a cargo de Pinzás junto a Antonio Ballester, Oman Morí, Rafael Benavides y Juancho Esquivel, refuerza esta sensación de archivo sonoro. Los sintetizadores no solo construyen melodías, sino que generan un espacio donde la historia se filtra en cada frecuencia. Primeras secuencias no es un disco escapista, es un mapa de afectos y cicatrices, un testimonio que se baila pero no se olvida.

Ballet Mecánico nos recuerda que la música no solo acompaña, sino que documenta. En tiempos donde la memoria es un territorio en disputa, Primeras secuencias se erige como un recordatorio de que el pasado sigue vibrando en cada beat.

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