El EP refleja su evolución sonora e identidad, incorporando voces femeninas y nuevas influencias. Mantienen su compromiso social y artístico, buscando un sonido más pulido.
Con catorce años a cuestas, autogestión tatuada en la historia y un mensaje que no se calla, Bajavida vuelve al ruedo con «Pendientes«, un EP que no solo marca una evolución sonora, sino también un giro profundo en la identidad de la banda. Nuevas voces, nuevas influencias y la misma convicción de siempre.
El cambio no es solo estético: por primera vez, la agrupación incorpora una voz femenina en sus registros, con Muriel asumiendo un rol central en este nuevo capítulo.
A nivel musical, el EP expande la paleta del rap hacia terrenos más melódicos, con guiños al jazz, la música latina y el soul, especialmente en En la piel, el sencillo que abre esta nueva etapa.
“Este EP es otro nivel comparado con los anteriores. Grabamos en estudio, trabajamos con profesionales en mezcla y masterización, y cuidamos cada detalle para que sonara lo mejor posible”, comenta la banda, que apuesta por una producción más pulida sin dejar de lado su raíz combativa.
La salida de Godi, miembro fundador, marcó un quiebre en la historia de Bajavida, pero también abrió espacio para reconfigurarse y mirar el proyecto desde otro lugar.
Si antes eran presencia recurrente en universidades y espacios comunitarios, hoy buscan equilibrar esa vocación con una mayor conciencia de su oficio y tiempo. Lo que no cambia: el compromiso con lo que pasa afuera.
“Vamos a seguir visibilizando injusticias, denunciando cómo roban el agua, cómo destruyen la naturaleza y cómo vive la gente hoy en día. Nuestra música siempre tendrá esa intención”, declaran.
«Pendientes» no es solo una entrega musical: es un reencuentro con la esencia desde otro ángulo. Un llamado a escuchar con oídos nuevos, pero sin olvidar de dónde se viene.

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