La música siempre ha tenido un problema con las etiquetas. Si es demasiado personal, «no es comercial». Si mezcla demasiados géneros, «no tiene identidad». Pero el cantante y compositor peruano Erus Símera no está aquí para encajar en moldes ni para hacer lo que se espera de él. «E.S.» es su forma de recordarnos que la expresión no tiene edad ni límites, que las canciones son solo vehículos para compartir ideas y que lo importante no es el cómo, sino el qué y el por qué.
El que busque fórmulas o caminos predecibles, mejor que busque en otro lado. «E.S.» no está hecho para complacer ni para encajar en ninguna playlist calculada. Aquí las canciones se sienten vivas, a veces incómodas, a veces crudas, siempre directas. Hay un riesgo constante en cada elección: ritmos que se retuercen, letras que desafían, sonidos que no buscan ser agradables, sino genuinos. Como un cuadro torcido en una pared perfecta.
Símera dispara sin filtro: amor, desamor, ironía, observaciones que muerden. No hay concesiones ni maquillajes. Su voz tiene la aspereza de quien ha vivido, no la de quien pretende. Y en cada canción hay una decisión firme: dejar constancia, hacer ruido, desafiar la inercia. «E.S.» no es un regreso, porque no hay retorno cuando nunca dejaste de crear.
En un mundo que prioriza lo uniforme, lo que se vende fácil, lo que no interrumpe, este disco es un recordatorio de que el arte real no debe pedir permiso. «E.S.» no busca premios ni rankings, no quiere ser masticado y digerido en segundos. Existe porque tiene que existir, y eso ya es más de lo que se puede decir de muchos proyectos fabricados para encajar.
Si pensabas que la edad era un freno, Erus Símera te lo deja claro: el freno es el miedo, no los años. Y miedo, en este disco, no hay ni una pizca.
Escucha “E.S.” y toda la discografía de Erus Símera en Spotify:
Corto Punzante 
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