La artista que este año estrenó «Viento 1.» compartió con Corto Punzante el proceso creativo detrás del disco.
Camila Bañados nos presentó su ópera prima, «Viento 1.«, un viaje sonoro donde la melancolía y la fragilidad se entrelazan con melodías cautivadoras. Este trabajo, fruto de una serie de sincronías y un sueño hecho realidad, es un testimonio de la evolución artística de la cantante, compositora y productora nacional.
Con una formación musical de ensueño que incluye una orquesta de 12 músicos, Bañados nos invita a sumergirnos en un universo sonoro rico y complejo, donde el pop, el jazz y la world music se fusionan en una propuesta única y difícil de encasillar. La artista tuvo la amabilidad de compartir su proceso con Corto Punzante.
¿Cómo describirías el proceso de creación de este álbum?
En un comienzo, fue un proceso bastante íntimo que fue expandiéndose de a poquito y a nivel personal. Fue un gran aprendizaje el confiar mi música y mi imaginario a otros, a quien fue el encargado de los arreglos y dirección musical y al grupo humano (músicos, productores, ingenieros, directores escénicos).
Es lindo ver cómo un proyecto individual toma fuerza a su tiempo y ese trabajo tan particular si o si se sostiene gracias a un colectivo (el ensamble). También fue un año de exigencia musical, vocal, creativo y laboral. En donde tuve que retomar el estudio de la voz, lectura musical, afinación y con mucho gusto y energía enfocarme en el lado más visual/estético del proyecto.
¿Cómo concibes esta mezcla de estilos y géneros, cómo crees que enriquece tu propuesta musical?
Siempre me ha costado decir a qué género/estilo musical pertenezco y tal vez es porque al momento de hacer música, me cuesta plantear y decir «esta canción será pop, esta trap, esta indie». Me gusta la libertad que una tiene de poder crear en base a lo que esté llamando la atención, escuchando, los sonidos,las texturas, lo que vas sintiendo, etc. Siento que por ahí puede haber mucha riqueza, la versatilidad musical es algo que yo siempre busco en música que escucho.
Con respecto a mi música, creo que hay mucho de eso también. Hacer apuestas por lo que vas construyendo en el camino sin un objetivo sonoro tan claro o específico y eso es entretenido, porque las posibilidades van cambiando a medida que pasan los días y es muy seductora la posibilidad de que cada día haya sorpresas. Sin embargo, Viento 1, fue súper distinto, yo solo sabía que quería un ensamble grande con sensación de orquesta y el resultado es este.
El título del álbum es muy evocativo. ¿Qué te llevó a elegir «Viento 1.»?
Trabajar con un ensamble tan grande debe haber sido una experiencia única. ¿Cómo fue la dinámica de trabajo con los músicos y cómo crees que el sonido del ensamble aporta a la riqueza de tu música?
Una experiencia muy enriquecedora. Un aprendizaje a soltar y delegar mi imaginario en el talento de mi equipo, de los músicos que convoque. Me sentí muy acompañada y contenida. Me consta de que todos dieron lo mejor para que este proyecto saliera hermoso. Hubo mucho compromiso de parte de todos, tanto como en los ensayos como en las dos jornadas de grabación que tuvimos, que fueron un desafío, porque la grabación fue absolutamente en vivo, entonces el cuerpo y la mente, debían estar absolutamente enfocados y descansados para este momento.
El trabajo era colectivo y la toma que quedaba para el disco, era porque la sensación general de la canción era la mejor, tanto como interpretativamente como musical. Fue toda una experiencia, muchas personalidades y creo que eso también hace la música. Me parece interesante escuchar una canción en formato ensamble, y que haya espacio para la improvisación de algunos instrumentos, creo que ahí está la riqueza.

Ahora que has lanzado «Viento 1.», ¿cuáles son tus próximos proyectos musicales?
Estoy decantando aún y respetando mis tiempos, para no entrar en un loop ansioso en el cual es común en mi.
Siento que aprendí mucho, entonces es importante además de proyectar lo que viene, saber escuchar mis tiempos, sin la ansiedad de mirar al resto de que están aquí o acá, me quiero concentrar en mi música. Y en concreto, se vienen dos festivales importantes (Valdivia y Valparaíso), el estreno de un videoclip, una miniserie, tipo documental del proceso del disco, canciones nuevas y la presentación de un formato reducido del disco, con nuevos sonidos y formato.
En paralelo, colaboraciones con gente que admiro, que me gusta su trabajo. Quisiera viajar por el país con la música.

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